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Cómo hace Juliet Funt para construir un marco de éxito diario para el trabajo distribuido

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Para la mayoría de las personas, la transición al trabajo distribuido ha resultado ser desafiante y frustrante. Eso es algo comprensible y de esperarse. No solo estamos atravesando la transición al trabajo distribuido, también estamos lidiando con una pandemia.

Es más importante que nunca combatir de manera proactiva el agotamiento y darle prioridad a la eficiencia del equipo y a reducir el trabajo innecesario. Recientemente conversamos con Juliet Funt, directora general de WhiteSpace at Work, sobre la construcción de un marco de éxito para minimizar el estrés y el agotamiento en el proceso de transición al trabajo distribuido. A continuación compartimos sus consejos favoritos:

Crea un ritmo visual

Hay grandes posibilidades de que muchos de nosotros, especialmente los que no estamos acostumbrados a trabajar fuera de una oficina física, vayamos rotando el lugar donde trabajamos en cualquier momento; tal vez trabajemos desde un escritorio un día y luego en una mesa del comedor o sofá al siguiente. Juliet nos recordó que si necesitamos trabajar desde más de un espacio de trabajo en nuestro hogar, debemos tratar de crear el mismo entorno en cada ubicación. 

Los humanos somos criaturas visuales. Sea lo que sea que esté en tu escritorio (bebidas, papeles, citas inspiradoras o fotos), debes crear un ambiente cómodo y repetirlo cada vez que te muevas a otro espacio de trabajo. Al hacerlo le decimos a nuestro cerebro que “comenzó” el trabajo. Las señales visuales asociadas a volver al mismo entorno de trabajo planificado y configurado de una manera que mantiene regularidad (incluso si cambia el espacio de trabajo) te dará una sensación de control y te ayudará a aliviar el estrés asociado al hecho de no estar familiarizado con el trabajo remoto. 

Toma una porción de “espacio en blanco”

A todos se nos ha recordado la importancia de tomar descansos, especialmente cuando se trabaja de forma distribuida porque es fácil olvidarse de almorzar o caminar por la tarde. Pero, como nos recordó Juliet, las recomendaciones con respecto a los descansos pueden ser confusas y contradictorias. Por ejemplo, el sistema de Energy Project nos propone que sigamos el ritmo circadiano de nuestros cuerpos y tomemos descansos cada 90 minutos. Por el contrario, la Técnica Pomodoro sugiere tomar descansos cada veintiún minutos. 

A pesar de nuestras mejores intenciones, generalmente no es práctico programar descansos a horas predefinidas durante todo el día. Además, esto puede interrumpir nuestro flujo de trabajo, especialmente cuando estamos en nuestro momento de mayor rendimiento. En cambio, Juliet recomienda prestar atención a las señales internas que cada uno de nosotros percibimos.

“Cuando sientas que te estás ahogando en las llamadas, cuando te sube la adrenalina o cuando tu cuerpo está ansiando azúcar, cafeína, revisar emails o alguna de las técnicas para compensar el descanso, toma una porción de “espacio en blanco”, una pausa estratégica que puedes tomar en medio de una actividad e insértala en tu día”. 

También es útil realizar un seguimiento de tus descansos durante el día. Si al final del día te das cuentas que has tomado cuatro descansos o menos, esta es una señal de que debes prestar más atención a tus señales internas. 

Reduce la tentación visual

Juliet es una firme defensora de la compartimentación. Ella explica que cada vez que puedas poner algo en una caja, en sentido literal o figurado, eso te ayudará a concentrarte.

Minimizar el tiempo dedicado a revisar los emails es un ejemplo de compartimentación. Desde un punto de vista más literal, la compartimentación también puede involucrar acciones físicas. Al final de cada día, Juliet recomienda abrir físicamente un compartimento en sentido literal, como un cajón o un gabinete, y colocar adentro todos los artículos relacionados con el trabajo. Ella dice: “Guárdalos y déjalos descansar mientras tú haces lo mismo”. Esta acción, simple en apariencia, puede ayudarte a trazar una línea para dividir el tiempo dedicado al trabajo del tiempo personal y, a su vez, aliviar tu estrés. 

Trabaja de forma remota con Asana

La transición al trabajo distribuido no es fácil. Es natural que sea un esfuerzo diario desafiante y concertado. Al construir un marco de éxito que incorpore la forma en que configuras tu lugar de trabajo, mantienes el ritmo y le das un cierre a cada día, puedes reducir de manera proactiva el estrés y el agotamiento. 

Obtén más información sobre la manera en que Asana puede ayudar a tu equipo a trabajar de forma remota. O bien, si ya estás usando Asana, lee nuestra guía de trabajo remoto para obtener más consejos y recursos.

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