Cómo pasar de languidecer a prosperar: sesión de preguntas y respuestas con Adam Grant
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Necesitamos repensar la forma en que trabajamos. La pandemia mundial ha dejado muy claro que trabajar más horas no genera un mayor impacto. De hecho, hace que los empleados se sientan agotados, infelices e improductivos. Según el Índice de la anatomía del trabajo, el 76 % de los trabajadores tienen dificultades para desconectarse del trabajo. Y, en el último año, 7 de cada 10 trabajadores experimentaron agotamiento.
Para repensar el trabajo y la vida en el contexto de la nueva normalidad, nos sentamos a conversar con Adam Grant en la Cumbre de concentración y fluidez (Focus & Flow Summit) que llevamos a cabo recientemente. Adam es psicólogo organizacional, autor de bestsellers y profesor en Wharton que se centra en cómo podemos encontrar motivación y propósito, y vivir de una forma más generosa y creativa.
Esto es lo que Adam nos contó sobre ese limbo emocional que todos hemos experimentado durante la pandemia y cómo podemos pasar a un estado en el que empecemos a prosperar. Estos conocimientos pueden ayudarnos a lograr una mayor concentración y fluidez en nuestra vida personal y profesional.
Entender ese limbo emocional
¿Qué es languidecer?
La languidez es el hijo del medio descuidado de la salud mental. No estás deprimido; todavía tienes esperanza. No estás agotado; todavía tienes energía. Pero te sientes un poco perdido y un poco apagado. Es esa sensación de vacío y estancamiento, como si estuvieras flotando en la nada o si estuvieras mirando el mundo a través de un parabrisas empañado. Es algo real y no eres el único que lo experimenta.
Hay algo que puedes hacer para lograr prosperar y alcanzar el pico del bienestar. Prosperar es cuando sientes que tienes una sensación de dominio, tienes un propósito y eres importante para otras personas.
¿Cómo pasas de languidecer a prosperar?
Cuando comenzó la pandemia, tuve una idea de lo que podría ser necesario para avanzar en esa dirección. Me comuniqué con el astronauta estadounidense Scott Kelly, quien estableció el récord de pasar 340 días consecutivos en el espacio. Pensé: “Si alguien sabe cómo vivir y trabajar de forma remota, es el sujeto que literalmente vivió fuera del planeta durante todo un año”.
Scott admitió que la preparación para un viaje como ese fue muy diferente a la de una misión normal. Anteriormente, había estado en el espacio tres veces, pero sabía que pasar un año iba a ser diferente. Entonces, se puso la meta de regresar a la Tierra con la misma energía y entusiasmo con los que se fue. Necesitaba una meta en la cual centrarse. Y esa imagen mental de regresar a la Tierra con energía y entusiasmo fue lo que lo impulsó a superar las partes más difíciles de esa experiencia.
Consejos para pasar de languidecer a prosperar
¿Qué es el viaje mental en el tiempo y cómo puede ayudarte?
A muchos de nosotros se nos aconseja carpe diem: aprovecha el día, vive el presente. Pero en medio de la pandemia, el presente apesta para muchos de nosotros. Lo que Scott Kelly estaba haciendo en la estación espacial era ejercitar una habilidad que en psicología llamamos viaje mental en el tiempo. El viaje mental en el tiempo es el acto de retroceder o avanzar rápidamente para imaginar el pasado o el futuro.
Hay poder en esta idea de imaginar el estado emocional que quieres experimentar en el futuro. Te proporciona una meta en la cual centrarte. Entonces, inmediatamente me senté con mi esposa e hijos y les pregunté: “El día que esta pandemia termine, y en la semana y el mes siguientes, ¿qué queremos hacer? ¿A quién queremos ver? ¿A dónde queremos ir?”. Y eso nos ha dado mucha energía durante los últimos meses.
¿Deberíamos concentrarnos en lograr un pequeño progreso todos los días?
Una vez que crees esa imagen del futuro, pregúntate: “¿Qué necesito hacer para generar esa energía y entusiasmo en el día a día?”. Lo que los psicólogos descubren una y otra vez es que no se necesita un gran triunfo o un gran logro para superar la languidez. Todo lo que se necesita son pequeñas victorias, pequeños momentos de progreso.
Lo interesante del progreso es que resulta ser el factor más potente que predice la alegría y la energía diarias en el trabajo, simplemente el hecho de sentir que avanzaste hacia una meta que estabas tratando de alcanzar. Y creo que eso es muy importante porque si languidecer es estancamiento, el progreso es la antítesis del estancamiento.
¿Qué papel juega nuestra resiliencia?
Un error que muchos de nosotros cometimos durante los últimos 15 meses, es decir: “Bueno, nunca antes había pasado por una pandemia. Así que no tengo idea de cómo lidiar con esto”. Y es cierto, a menos que tengas 104 años.
Pero si te preguntas cómo has mantenido tu energía y entusiasmo en circunstancias difíciles en el pasado, te darás cuenta de que has vivido pérdidas, rechazos, fracasos y todo tipo de estrés y adversidad, y puedes aprender lecciones de la resiliencia que mostraste en el pasado. Para salir de la languidez, tienes que mirar al pasado para recoger esas lecciones y necesitas hacerte una imagen emocionante del futuro que te dé esperanza.
Consejos para prosperar con tu equipo en el trabajo
¿Qué debemos hacer respecto a la microgestión?
Animaría, por el contrario, a que haya un enfoque en la macrogestión. La macrogestión es el proceso de enfocarnos en cuál es nuestro propósito. ¿Por qué estamos aquí? ¿Cómo le damos sentido a nuestro trabajo diario?
La investigación sobre equipos virtuales muestra que es bueno tener momentos en los que rompamos el hielo y tengamos happy hours, pero aclarar objetivos y roles es aún más importante en lo que refiere a construir un sentido de cohesión y propósito en un equipo virtual. La parte de los objetivos es lo que estamos tratando de lograr. Y la parte de los roles es cuál es mi contribución única a esa misión colectiva.
Cuanto más claro tengas que tu trabajo individual contribuye a un propósito mayor que va más allá de ti mismo, más fácil será experimentar un poco de ese propósito y motivación que te ayuda a pasar de languidecer a prosperar.
¿Son útiles las lluvias de ideas en equipo?
Las lluvias de ideas en equipo no funcionan bien. Más de 40 años de evidencia muestran que se obtienen menos ideas —y peores también— a través de la lluvia de ideas grupal que si se permite que las personas trabajen de forma independiente. Hay al menos tres cosas que salen mal en la lluvia de ideas grupal:
- El bloqueo de la producción: No podemos hablar todos a la vez, por lo que algunas ideas se pierden.
- La amenaza al ego: No queremos parecer tontos, así que nos mordemos la lengua cuando tenemos ideas originales.
- La conformidad: Tan pronto como escuchamos la opinión de la persona de mayor jerarquía, nos subimos a ese tren.
Cambiamos esas dinámicas al pasar de la lluvia de ideas grupal a escribir ideas de forma individual, donde se les da a las personas la tarea por adelantado y les permites generar sus propias ideas a nivel individual. De esta forma, los individuos tienen ideas más brillantes que en grupo y generan más variedad. Ahí es cuando debes incorporar la sabiduría colectiva para descubrir cuáles de estas ideas deben descartarse y cuáles deben aceptarse.
¿Qué son las “ráfagas de comunicación” y cómo se puede implementar?
La investigación de Christoph Riedl y Anita Woolley sugiere que los equipos virtuales más creativos y productivos solo se comunican de manera intermitente. Incluso pueden pasar días sin que hablen entre ellos. Pero una vez que están en contacto, se envían mensajes y fragmentos de código de un lado a otro sin parar.
Este modo se llama ráfaga. La ráfaga es un patrón en el que la colaboración está literalmente llena de energía e ideas. Para experimentarlo, es necesario comunicarse en tiempo real. Esta idea de dar a las personas un tiempo independiente para que realicen su propio trabajo y un momento de colaboración para el trabajo en grupo es fundamental para lograr que la colaboración remota sea eficaz.
¿Es importante programar tiempo para lograr concentración y fluidez?
Cuando las personas dedican tiempo al trabajo ininterrumpido, pueden alcanzar el estado de fluidez. Se sumergen en ese estado en el que estás completamente inmerso en tus tareas. Pierdes la noción del tiempo, del lugar, pierdes incluso tu sentido de ti mismo. Ahí es cuando realizamos nuestro trabajo más creativo, lo que facilita la productividad.
Piensa en lo diferente que es eso de la forma en que trabajamos la mayoría de nosotros. Incluso antes de la pandemia, hubo evidencia de que, en promedio, las personas revisaban sus emails 74 veces al día y se interrumpían a sí mismos cambiando de tarea al menos una vez cada 10 minutos. Es difícil entrar en un estado de fluidez si te interrumpen constantemente. Programar un tiempo de silencio establece un límite que permite que las personas alcancen concentración y fluidez.
¿Cuándo deberíamos trabajar de forma asincrónica y cuándo de forma sincrónica?
Los diferentes modos de interdependencia tienen su correspondencia con el deporte individual, el deporte de relevos y el deporte de equipo. Si tu proyecto está estructurado como un deporte individual, puedes dejar que cada uno realice su rutina individual. Si tu trabajo se parece más a una carrera de relevos, la persona que entrega la posta debe estar en comunicación sincrónica con la persona que la recibe. Si tu proyecto es un verdadero deporte de equipo como el fútbol, donde la pelota vuela de un lado a otro y se requiere la habilidad de todos en múltiples fases, entonces es allí cuando realmente necesitas trabajar de forma sincrónica —en el mismo lugar o al menos al mismo tiempo—.
Antes de suponer que siempre debemos coordinar para estar en el mismo lugar al mismo tiempo, vale la pena repensar ese proceso y preguntarse: “¿Este proyecto es como un deporte individual, un deporte de relevos o un deporte de equipo?”. Es más fácil aterrizar en un lugar donde puedes alcanzar fluidez individual, tener ráfagas de trabajo colectivo, y eso puede trasladarte de una posición en la que sientes que tu trabajo y tu equipo languidecen hacia una en la que todos están prosperando.
Para obtener más información sobre cómo combatir el agotamiento de los empleados, lee esta guía para gerentes con consejos sobre cómo reducir el estrés, mejorar la claridad y la concentración, y mantener la resiliencia de las empresas.