No puedes vencer el agotamiento sin ayuda, pero aquí te contamos cómo empezar
El agotamiento no es una sensación.
El agotamiento, conocido comúnmente como burnout, es una condición fisiológica y neurológica que puede tardar meses en desarrollarse y aún más en solucionarse.
En todo el mundo laboral, tanto el agotamiento como el síndrome del impostor se han vuelto un problema generalizado. En la investigación Anatomía del trabajo de Asana, se descubrió que 7 de cada 10 trabajadores del conocimiento experimentaron agotamiento o el síndrome del impostor en el último año, con un promedio del 42 % que padecieron ambos. Estos datos sugieren que las causas subyacentes del agotamiento y el síndrome del impostor pueden estar relacionadas.
Hace poco trabajé con Asana en un nuevo informe especial sobre el agotamiento para identificar cómo los líderes de empresas deben invertir en medidas para retener el talento y anticiparse al agotamiento. Esa inversión comienza con la educación sobre qué es y qué no es el agotamiento y por qué el síndrome del impostor afecta a los empleados de maneras que los gerentes no siempre notan.
Cómo y por qué surge el síndrome del impostor
Casi la mitad (49 %) de los empleados de la Generación Z y de los millennials afirmaron sentir el síndrome del impostor en el trabajo. Además, más de las tres cuartas partes (78 %) de la Generación Z, los miembros más nuevos de la fuerza laboral, afirmaron experimentar sentimientos del síndrome del impostor. En todas las generaciones encuestadas en el Índice de la anatomía del trabajo de Asana, el 52 % de las mujeres afirmaron sentir el síndrome del impostor, en comparación con el 46 % de los hombres.
Hablaré con honestidad sobre el síndrome del impostor. Soy una mujer, una minoría y una persona de color en CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Recuerdo estar en la universidad y notar que casi todos mis profesores, los autores de los libros que estaba leyendo y los miembros de la facultad que dirigían la investigación en la que estaba involucrada eran, de hecho, hombres caucásicos. En ese momento, sentí que pertenecía, o tal vez me dije a mí misma que hice lo suficiente como para que la ilusión se volviera cuasi realidad. Sin embargo, lo fascinante del síndrome del impostor es que puede asomarse cuando percibes que no perteneces, incluso si tu rendimiento es excepcional.
¿Soy realmente así de asertiva y confiada de forma natural? ¿O todos esos años de teatro dieron sus frutos de una manera inesperada mientras pretendía ser una más? Quizás intentaba desesperadamente aparentar estar a gusto en una situación en la que claramente era diferente de todas las personas que admiraba.
Por ejemplo, imagina que estas sobresaliendo en tus clases y haces un trabajo fantástico en el laboratorio, pero aún percibes que no perteneces. Sea cual sea el motivo, la percepción gana, aunque objetivamente tu desempeño sea bueno en comparación con los demás.
Aquí hay dos puntos clave más que descubrimos en nuestra investigación: las personas que han experimentado el síndrome del impostor en el último año tienen más probabilidades de sentir lo siguiente:
- Preocupación en el trabajo (68 %)
- Preocupación fuera del trabajo (62 %)
Gracias a la relación entre el síndrome del impostor y el agotamiento que identificamos con los datos de Asana, ahora podemos analizar cómo detectar señales de que alguien está padeciendo agotamiento en el trabajo.
Cinco signos del agotamiento
Según los datos del informe especial de Asana sobre el agotamiento, es probable que las personas que lo padecieron en el último año tengan las siguientes características:
- Moral más baja (36 %)
- Menos motivación (30 %)
- Más propensas a cometer errores (27 %)
- Más propensas a dejar la empresa (25 %)
- Comunicación deficiente (25 %)
Estos datos demuestran que el agotamiento es más que un sentimiento y que es probable que existan indicadores claros que las organizaciones pueden medir.
Por qué el estrés puede convertirse en agotamiento más rápido para los jóvenes
En mi línea de trabajo en neurociencia cognitiva, he notado que a muchas personas les cuesta distinguir entre el estrés normal, el estrés crónico y el agotamiento. En mi trabajo como consultora organizacional, también encuentro que muchos líderes sénior están conmocionados y confundidos acerca de por qué los jóvenes se agotan. Se preguntan por qué las generaciones más jóvenes sufren agotamiento cuando no están haciendo más trabajo que sus colegas mayores.
“La pandemia fue diferente para los trabajadores jóvenes”.
La pandemia fue diferente para los trabajadores jóvenes: tuvieron menos oportunidades de aprender, interactuar y recibir una instrucción formal en persona, así como más dificultades para pedir ayuda virtualmente. Además, muchas veces, tuvieron que lidiar con materiales de capacitación y procesos de incorporación deficientes.
Imagina que tienes 23 años, acabas de graduarte de la universidad y vives en una ciudad lejos de tu hogar donde esperas comenzar tu carrera profesional. Es posible que tus colegas mayores hayan tenido cónyuges o hayan vivido con su familia y no hayan sentido el completo aislamiento de la pandemia.
La prevención del agotamiento y el síndrome del impostor comienza con la educación. Cuanto más podamos aprender sobre el agotamiento y el síndrome del impostor, mejor.
Cinco consejos para evitar el agotamiento
Una de las estrategias más efectivas que podemos adoptar en las organizaciones para prevenir el agotamiento es hacer que los líderes modelen comportamientos para establecer la norma. Aquí hay cinco consejos prácticos para combatir el agotamiento de manera proactiva, especialmente si notas signos en los empleados.
1. Expresa primero tus necesidades y luego pregunta a los demás qué necesitan.
2. Establece las expectativas del equipo desde el principio.
3. Reduce las distracciones.
4. Asiste a sesiones de capacitación educativa con tu equipo.
5. Dedica tiempo a la prevención del agotamiento todos los días.
¿Quieres saber más? Descarga los datos de Asana para responsables de la toma de decisiones aquí: Informe especial de la anatomía del trabajo de Asana: mantener a los empleados comprometidos en un mundo agotado.
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