El cambio de paradigma por la pandemia: los empleados ahora dedican un 36 % menos de tiempo a la estrategia
No todo el trabajo es igual, en particular en este entorno laboral nuevo y ágil. No importa si eres gerente, director general o un colaborador más, la jornada laboral termina siendo una combinación de trabajo estratégico, calificado y “pormenores del trabajo”.
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En nuestro más reciente informe anual del Índice de la anatomía del trabajo hallamos que a pesar de que los empleados siguen realizando estos tres tipos de trabajo, la forma en que lo hacen ha cambiado. En particular, los empleados dedican un 36 % menos de tiempo al trabajo estratégico que el año pasado.
Es fundamental entender cómo ha cambiado el trabajo y por qué a fin de determinar qué harán con tu equipo para poder adaptarse de manera efectiva y con agilidad.
Los tres tipos de trabajo
El trabajo estratégico incluye la planificación prospectiva, saber administrar las ambigüedades, identificar y alinearse con los objetivos, y captar la participación y el compromiso de los empleados. En muchos casos, resulta ser el trabajo que genera el mayor desgaste intelectual. A la vez, también es el trabajo que tiene un impacto más significativo en el éxito del equipo.
El trabajo calificado está orientado a las tareas para las que te han contratado, como las de escribir el contenido para las campañas o elaborar aplicaciones web nuevas. Para llevar a cabo el trabajo calificado, por lo general, te basas en la preparación formal e informal que has tenido a lo largo de los años.
Finalmente, los pormenores del trabajo consisten en revisar emails, buscar información y asistir a reuniones improductivas. Se trata del trabajo que no aporta nada sustancial, te distrae y te quita tiempo que podrías dedicar al trabajo estratégico y calificado.
Los pormenores del trabajo no desaparecerán
Con nuestro Índice de la anatomía del trabajo hallamos que los pormenores del trabajo siguen preponderando. Detectamos que durante los últimos dos años, los empleados dedican más del 60 % del tiempo a los pormenores del trabajo, una cifra que suma un total de 3 días por semana y no deja de sorprender. Este año, el número ha sido un 58 %, es evidente que la cantidad de tiempo dedicado a estos trabajos rutinarios es demasiado alta.
En particular, detectamos que si bien el tiempo que los empleados dedican a reuniones innecesarias está en baja, el destinado a los emails ha aumentado. Más de un tercio (el 38 %) de los empleados ha revisado cada vez más los emails fuera del horario laboral el año pasado. Entonces, si bien es cierto que han avanzado en cuanto a seleccionar mejor de qué reuniones conviene prescindir, el email está haciendo más estragos que nunca antes. Los trabajadores reciben un promedio de 32 emails por día, lo que totalizaría, en promedio, 1 email cada 15 minutos durante una jornada laboral de 8 horas.
El daño causado por los pormenores del trabajo no hace distinción por ubicación. Los trabajadores remotos y los que van a la oficina son igual de susceptibles. El dato sugiere que los pormenores del trabajo no están muy vinculados a la ubicación desde la que se trabaja sino que más bien se relaciona con cómo trabajan los empleados.
Los empleados dedican más tiempo al desarrollo de su talento individual
Si consideramos que los pormenores del trabajo se han mantenido relativamente constantes durante los años anteriores, descubrimos que el tiempo que se dedica al trabajo calificado ha aumentado. Los empleados dedican un 27 % más de tiempo al trabajo calificado del que destinaban a estas tareas el año pasado.
Este indicio favorable es alentador y refleja el hecho de que los empleados creen que trabajan mejor con las tareas calificadas desde casa, donde pueden concentrarse y enfocarse en el trabajo con mayor efectividad. Los acuerdos de trabajo híbrido, que se han vuelto un elemento fundamental e imprescindible en las empresas durante el último año, están perfectamente preparados para facilitar el trabajo calificado.
Los beneficios de dedicar más tiempo al trabajo calificado se pueden apreciar en los diferentes impactos transformadores que se observan en los resultados del trabajo. Al alcanzar una mayor concentración y enfoque en el trabajo calificado fuera de la oficina, los empleados cumplen mejor con los plazos previstos. Ahora el incumplimiento de los vencimientos es del 15 % en comparación con el 26 % registrado el año pasado. Por cierto, el hecho de destinar menos tiempo a las reuniones también ha ayudado a cumplir con más plazos.
El tiempo dedicado al trabajo estratégico se desploma
El trabajo estratégico es el más importante en cualquier empresa. Aun así, los empleados le dedican un 36 % menos de tiempo que el año pasado. Tal como reza la máxima de negocios “primero, la estrategia; después, la estructura”; los procesos, las rutinas, los equipos y la tecnología se estructuran todos en función de la estrategia de la organización.
El trabajo estratégico es difícil, en gran medida porque abarca la resolución de problemas y decisiones complejas. La estrategia consiste en decidir tanto qué no hacer como qué sí harás.
Si lees atentamente el Índice de la anatomía del trabajo de este año, notarás muchos factores que arrojan luz con respecto al motivo por el que los trabajadores ahora dedican menos tiempo al trabajo estratégico. Primero, así como los trabajadores prefieren hacer el trabajo calificado en la casa, también prefieren hacer el trabajo estratégico en la oficina, junto a sus colegas donde pueden reunirse y participar en sesiones colaborativas con integrantes de diversos departamentos. La imposibilidad de trabajar desde la oficina ha obstaculizado la posibilidad de los empleados de llevar a cabo este tipo de trabajos.
En segundo lugar, hasta que las organizaciones no hagan un avance significativo en la reducción de los pormenores del trabajo, esta clase de trabajo seguirá viéndose afectada. Los pormenores del trabajo son una carga peligrosa para el tiempo de los empleados, ya que les impide dedicarse al trabajo estratégico de alto impacto. Además, son causa de agotamiento, tanto que el 40 % de los empleados ahora percibe al agotamiento como un componente inevitable del éxito. En realidad es lo opuesto, el agotamiento paraliza nuestros recursos cognitivos indispensables para el trabajo estratégico.
El tercer punto indica que las organizaciones todavía no tienen la estructura adecuada para desarrollar el trabajo estratégico con efectividad. La toma de decisiones es lenta, el trabajo se duplica y el conocimiento se pierde entre silos de información. Las organizaciones deben mejorar sus procesos de trabajo y garantizar que funcionarán acordes a las nuevas dinámicas de trabajo híbrido de hoy y del mañana. La recompensa puede ser enorme. Los empleados estiman que ahorrarían alrededor de una hora por día simplemente por mejorar los procesos de trabajo.
La nueva era de la agilidad
El trabajo ha cambiado considerablemente en el último año. Los trabajadores todavía hacen los mismos tipos de trabajos esenciales que ya hacían hace un año: el trabajo calificado, el estratégico y los pormenores del trabajo; pero lo que ha cambiado es cómo lo hacen.
Si reflexionamos con respecto a la posición en que se encuentran las organizaciones hoy en día, notamos que hay indicios favorables para destacar, por ejemplo, se dedica menos tiempo a las reuniones y más al trabajo calificado, pero también hay señales de alarma a las que deberíamos prestar atención. Las organizaciones, para preparar a sus empleados para el éxito pueden minimizar los pormenores del trabajo, mejorar los procesos y combatir el agotamiento; en particular, la falsa percepción de que el agotamiento es necesario para tener éxito.
El Índice de la anatomía del trabajo de este año viene con muchos otros detalles sobre los monumentales cambios que se han producido en relación con el lugar de trabajo durante el año pasado. Consulta el informe completo aquí para acceder a más información clave sobre qué pueden hacer las organizaciones para adaptarse con agilidad a las dinámicas cambiantes de los sitios de trabajo.
